No sabemos a ciencia cierta cuándo se convirtió en compañero suyo. Sin duda la fascinación y misterio que siempre ha rodeado, para su bien y su mal, al gato, ha dado lugar, desde la noche de los tiempos, a todo tipo de leyendas sobre su origen.
Una de ellas cuenta que, en pleno Diluvio Universal, en el arca no existía aún el gato. A medida que pasaron los días los ratones se multiplicaban y arrasaban con las existencias de alimentos. Noé, desesperado, pidió ayuda a Dios, que le invitó a acariciar tres veces la cabeza del león. Este estornudó y de sus fosas nasales salió la criatura que controlaría a los voraces ratones: el gato.
podemos tomar esta reflecion para dársela a mis demás compañeros

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